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TECATE, BAJA CALIFORNIA, 21DICIEMBRE2023.- La zona arqueológica de El Vallecito, la más norteña abierta al público en nuestro país, ha sido objeto de atracción y despertado el interés de muchas generaciones de personas e investigadores que la han visitado por lo menos desde la primera mitad del siglo XX. Conformada por 23 conjuntos, son famosas las pinturas rupestres de los únicos cinco abrigos rocosos que hoy es posible recorrer, y que se conocen con los nombres de El Tiburón, El Diablito, El Hombre Enraizado, La Cueva del Indio y Solecitos. En la imagen, el Conjunto Los Solecitos o Wittinñur; La pintura rupestre de la región pertenece a un estilo denominado diegueño representacional, y consiste en figuras de formas humanas y de animales, además de geométricas. Generalmente son pequeñas y rara vez alcanzan el tamaño real; son semejantes a las que se encuentran en la porción media de la península de Baja California. Los colores preferidos eran blanco, negro y rojo, que se elaboraban a partir de minerales como yeso, dióxido de manganeso y hematita. En ocasiones, como es el caso, se utilizaban tambien el amarillo y anaranjado. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM
TECATE, BAJA CALIFORNIA, 21DICIEMBRE2023.- La zona arqueológica de El Vallecito, la más norteña abierta al público en nuestro país, ha sido objeto de atracción y despertado el interés de muchas generaciones de personas e investigadores que la han visitado por lo menos desde la primera mitad del siglo XX. Conformada por 23 conjuntos, son famosas las pinturas rupestres de los únicos cinco abrigos rocosos que hoy es posible recorrer, y que se conocen con los nombres de El Tiburón, El Diablito, El Hombre Enraizado, La Cueva del Indio y Solecitos. En la imagen, el Conjunto Los Solecitos o Wittinñur; La pintura rupestre de la región pertenece a un estilo denominado diegueño representacional, y consiste en figuras de formas humanas y de animales, además de geométricas. Generalmente son pequeñas y rara vez alcanzan el tamaño real; son semejantes a las que se encuentran en la porción media de la península de Baja California. Los colores preferidos eran blanco, negro y rojo, que se elaboraban a partir de minerales como yeso, dióxido de manganeso y hematita. En ocasiones, como es el caso, se utilizaban tambien el amarillo y anaranjado. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM
TECATE, BAJA CALIFORNIA, 21DICIEMBRE2023.- La zona arqueológica de El Vallecito, la más norteña abierta al público en nuestro país, ha sido objeto de atracción y despertado el interés de muchas generaciones de personas e investigadores que la han visitado por lo menos desde la primera mitad del siglo XX. Conformada por 23 conjuntos, son famosas las pinturas rupestres de los únicos cinco abrigos rocosos que hoy es posible recorrer, y que se conocen con los nombres de El Tiburón, El Diablito, El Hombre Enraizado, La Cueva del Indio y Solecitos. En la imagen, el Conjunto Los Solecitos o Wittinñur; La pintura rupestre de la región pertenece a un estilo denominado diegueño representacional, y consiste en figuras de formas humanas y de animales, además de geométricas. Generalmente son pequeñas y rara vez alcanzan el tamaño real; son semejantes a las que se encuentran en la porción media de la península de Baja California. Los colores preferidos eran blanco, negro y rojo, que se elaboraban a partir de minerales como yeso, dióxido de manganeso y hematita. En ocasiones, como es el caso, se utilizaban tambien el amarillo y anaranjado. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM
TECATE, BAJA CALIFORNIA, 21DICIEMBRE2023.- La zona arqueológica de El Vallecito, la más norteña abierta al público en nuestro país, ha sido objeto de atracción y despertado el interés de muchas generaciones de personas e investigadores que la han visitado por lo menos desde la primera mitad del siglo XX. Conformada por 23 conjuntos, son famosas las pinturas rupestres de los únicos cinco abrigos rocosos que hoy es posible recorrer, y que se conocen con los nombres de El Tiburón, El Diablito, El Hombre Enraizado, La Cueva del Indio y Solecitos. Este sitio fue ocupado por los antiguos Kumiai, grupo seminómada de recolectores y cazadores con asentamientos temporales dentro de un gran territorio. Originalmente vivían en el norte del Estado de Baja California y el sur de California (EU), desde el Océano Pacífico hasta el Valle Imperial, y desde el condado de San Diego hasta los límites del territorio pai-pai en San Vicente y Santa Catarina. En la imagen "Conjunto El Tiburon"; parte de los abrigos rocosos con pinturas, hay más de 30 de estas formaciones que presentan restos de ocupación doméstica, talleres de cerámica y piedra, hornos agaveros, etcétera. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM
TECATE, BAJA CALIFORNIA, 21DICIEMBRE2023.- La zona arqueológica de El Vallecito, la más norteña abierta al público en nuestro país, ha sido objeto de atracción y despertado el interés de muchas generaciones de personas e investigadores que la han visitado por lo menos desde la primera mitad del siglo XX. Conformada por 23 conjuntos, son famosas las pinturas rupestres de los únicos cinco abrigos rocosos que hoy es posible recorrer, y que se conocen con los nombres de El Tiburón, El Diablito, El Hombre Enraizado, La Cueva del Indio y Solecitos. En la imagen "Conjunto La Cueva del Indio"; las pinturas rupestres y los petrograbados no constituyen un lenguaje escrito, sino una forma de comunicación de mensajes que quizá estuvieron relacionados con ciertos acontecimientos, seres mitológicos y puntos geográficos. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM
TECATE, BAJA CALIFORNIA, 21DICIEMBRE2023.- La zona arqueológica de El Vallecito, la más norteña abierta al público en nuestro país, ha sido objeto de atracción y despertado el interés de muchas generaciones de personas e investigadores que la han visitado por lo menos desde la primera mitad del siglo XX. Conformada por 23 conjuntos, son famosas las pinturas rupestres de los únicos cinco abrigos rocosos que hoy es posible recorrer, y que se conocen con los nombres de El Tiburón, El Diablito, El Hombre Enraizado, La Cueva del Indio y Solecitos. En la imagen "Conjunto La Cueva del Indio"; las pinturas rupestres y los petrograbados no constituyen un lenguaje escrito, sino una forma de comunicación de mensajes que quizá estuvieron relacionados con ciertos acontecimientos, seres mitológicos y puntos geográficos. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM
TECATE, BAJA CALIFORNIA, 21DICIEMBRE2023.- La zona arqueológica de El Vallecito, la más norteña abierta al público en nuestro país, ha sido objeto de atracción y despertado el interés de muchas generaciones de personas e investigadores que la han visitado por lo menos desde la primera mitad del siglo XX. Conformada por 23 conjuntos, son famosas las pinturas rupestres de los únicos cinco abrigos rocosos que hoy es posible recorrer, y que se conocen con los nombres de El Tiburón, El Diablito, El Hombre Enraizado, La Cueva del Indio y Solecitos. En la imagen "Conjunto La Cueva del Indio"; las pinturas rupestres y los petrograbados no constituyen un lenguaje escrito, sino una forma de comunicación de mensajes que quizá estuvieron relacionados con ciertos acontecimientos, seres mitológicos y puntos geográficos. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM
TECATE, BAJA CALIFORNIA, 21DICIEMBRE2023.- La zona arqueológica de El Vallecito, la más norteña abierta al público en nuestro país, ha sido objeto de atracción y despertado el interés de muchas generaciones de personas e investigadores que la han visitado por lo menos desde la primera mitad del siglo XX. Conformada por 23 conjuntos, son famosas las pinturas rupestres de los únicos cinco abrigos rocosos que hoy es posible recorrer, y que se conocen con los nombres de El Tiburón, El Diablito, El Hombre Enraizado, La Cueva del Indio y Solecitos. Este sitio fue ocupado por los antiguos Kumiai, grupo seminómada de recolectores y cazadores con asentamientos temporales dentro de un gran territorio. Originalmente vivían en el norte del Estado de Baja California y el sur de California (EU), desde el Océano Pacífico hasta el Valle Imperial, y desde el condado de San Diego hasta los límites del territorio pai-pai en San Vicente y Santa Catarina. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM
TECATE, BAJA CALIFORNIA, 21DICIEMBRE2023.- La zona arqueológica de El Vallecito, la más norteña abierta al público en nuestro país, ha sido objeto de atracción y despertado el interés de muchas generaciones de personas e investigadores que la han visitado por lo menos desde la primera mitad del siglo XX. Conformada por 23 conjuntos, son famosas las pinturas rupestres de los únicos cinco abrigos rocosos que hoy es posible recorrer, y que se conocen con los nombres de El Tiburón, El Diablito, El Hombre Enraizado, La Cueva del Indio y Solecitos. Este sitio fue ocupado por los antiguos Kumiai, grupo seminómada de recolectores y cazadores con asentamientos temporales dentro de un gran territorio. Originalmente vivían en el norte del Estado de Baja California y el sur de California (EU), desde el Océano Pacífico hasta el Valle Imperial, y desde el condado de San Diego hasta los límites del territorio pai-pai en San Vicente y Santa Catarina. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM
TECATE, BAJA CALIFORNIA, 21DICIEMBRE2023.- En los abrigos rocosos de la Sierra de Juárez, existe una amplia muestra de pintura rupestre. Figuras geométricas, zoomorfas o antropomorfas aparecen en los muros. El conjunto El Diablito se le considera uno de los conjuntos más importantes. En el solsticio de invierno, 21 de diciembre, un rayo de luz solar penetra al resguardo por la mañana y toca directamente los ojos de la figura humana pintada de rojo, conocida como "El Diablito". Esta implicación astronómica muestra el grado de conocimiento que los antiguos pobladores tenían sobre los fenómenos naturales y quizá marcaba algún acontecimiento calendárico ritual. El resguardo El Diablito debe su nombre a un personaje humano de cuerpo entero plasmado en color rojo, sobre cuya cabeza se agregaron dos cuernos que lo hacen lucir como tal. De ahí que durante décadas se le haya conocido popularmente con ese nombre. Sin embargo, las últimas investigaciones la figura en realidad representa a un cazador con una cabeza de venado como tocado. La cornamenta representada es característica de los venados conocidos como “alesnillos”, ejemplares con astas de un solo pico y endemicos de la región. Los venados se acercan y son visibles al interior de El Vallecito de octubre a diciembre. Su presencia ahí termina precisamente cuando comienzan las nevadas, con el solsticio de invierno, fenómeno marcado astronómicamente cada año en El Diablito. Por ello, la importancia para los pobladores kumiai. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM
TECATE, BAJA CALIFORNIA, 21DICIEMBRE2023.- En los abrigos rocosos de la Sierra de Juárez, existe una amplia muestra de pintura rupestre. Figuras geométricas, zoomorfas o antropomorfas aparecen en los muros. El conjunto El Diablito se le considera uno de los conjuntos más importantes. En el solsticio de invierno, 21 de diciembre, un rayo de luz solar penetra al resguardo por la mañana y toca directamente los ojos de la figura humana pintada de rojo, conocida como "El Diablito". Esta implicación astronómica muestra el grado de conocimiento que los antiguos pobladores tenían sobre los fenómenos naturales y quizá marcaba algún acontecimiento calendárico ritual. El resguardo El Diablito debe su nombre a un personaje humano de cuerpo entero plasmado en color rojo, sobre cuya cabeza se agregaron dos cuernos que lo hacen lucir como tal. De ahí que durante décadas se le haya conocido popularmente con ese nombre. Sin embargo, las últimas investigaciones la figura en realidad representa a un cazador con una cabeza de venado como tocado. La cornamenta representada es característica de los venados conocidos como “alesnillos”, ejemplares con astas de un solo pico y endemicos de la región. Los venados se acercan y son visibles al interior de El Vallecito de octubre a diciembre. Su presencia ahí termina precisamente cuando comienzan las nevadas, con el solsticio de invierno, fenómeno marcado astronómicamente cada año en El Diablito. Por ello, la importancia para los pobladores kumiai. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM
TECATE, BAJA CALIFORNIA, 21DICIEMBRE2023.- En los abrigos rocosos de la Sierra de Juárez, existe una amplia muestra de pintura rupestre. Figuras geométricas, zoomorfas o antropomorfas aparecen en los muros. El conjunto El Diablito se le considera uno de los conjuntos más importantes. En el solsticio de invierno, 21 de diciembre, un rayo de luz solar penetra al resguardo por la mañana y toca directamente los ojos de la figura humana pintada de rojo, conocida como "El Diablito". Esta implicación astronómica muestra el grado de conocimiento que los antiguos pobladores tenían sobre los fenómenos naturales y quizá marcaba algún acontecimiento calendárico ritual. El resguardo El Diablito debe su nombre a un personaje humano de cuerpo entero plasmado en color rojo, sobre cuya cabeza se agregaron dos cuernos que lo hacen lucir como tal. De ahí que durante décadas se le haya conocido popularmente con ese nombre. Sin embargo, las últimas investigaciones la figura en realidad representa a un cazador con una cabeza de venado como tocado. La cornamenta representada es característica de los venados conocidos como “alesnillos”, ejemplares con astas de un solo pico y endemicos de la región. Los venados se acercan y son visibles al interior de El Vallecito de octubre a diciembre. Su presencia ahí termina precisamente cuando comienzan las nevadas, con el solsticio de invierno, fenómeno marcado astronómicamente cada año en El Diablito. Por ello, la importancia para los pobladores kumiai. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM
TECATE, BAJA CALIFORNIA, 21DICIEMBRE2023.- En los abrigos rocosos de la Sierra de Juárez, existe una amplia muestra de pintura rupestre. Figuras geométricas, zoomorfas o antropomorfas aparecen en los muros. El conjunto El Diablito se le considera uno de los conjuntos más importantes. En el solsticio de invierno, 21 de diciembre, un rayo de luz solar penetra al resguardo por la mañana y toca directamente los ojos de la figura humana pintada de rojo, conocida como "El Diablito". Esta implicación astronómica muestra el grado de conocimiento que los antiguos pobladores tenían sobre los fenómenos naturales y quizá marcaba algún acontecimiento calendárico ritual. El resguardo El Diablito debe su nombre a un personaje humano de cuerpo entero plasmado en color rojo, sobre cuya cabeza se agregaron dos cuernos que lo hacen lucir como tal. De ahí que durante décadas se le haya conocido popularmente con ese nombre. Sin embargo, las últimas investigaciones la figura en realidad representa a un cazador con una cabeza de venado como tocado. La cornamenta representada es característica de los venados conocidos como “alesnillos”, ejemplares con astas de un solo pico y endémicos de la región. Los venados se acercan y son visibles al interior de El Vallecito de octubre a diciembre. Su presencia ahí termina precisamente cuando comienzan las nevadas, con el solsticio de invierno, fenómeno marcado astronómicamente cada año en El Diablito. Por ello, la importancia para los pobladores kumiai. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM
TECATE, BAJA CALIFORNIA, 21DICIEMBRE2023.- La zona arqueológica de El Vallecito, en la comunidad de La Rumorosa, la más norteña abierta al público en nuestro país, ha sido objeto de atracción y despertado el interés de muchas generaciones de personas e investigadores que la han visitado por lo menos desde la primera mitad del siglo XX. Conformada por 23 conjuntos, son famosas las pinturas rupestres de los únicos cinco abrigos rocosos que hoy es posible recorrer, y que se conocen con los nombres de El Tiburón, El Diablito, El Hombre Enraizado, La Cueva del Indio y Solecitos. Este sitio fue ocupado por los antiguos Kumiai, grupo seminómada de recolectores y cazadores con asentamientos temporales dentro de un gran territorio. Originalmente vivían en el norte del Estado de Baja California y el sur de California (EU), desde el Océano Pacífico hasta el Valle Imperial, y desde el condado de San Diego hasta los límites del territorio pai-pai en San Vicente y Santa Catarina. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM
TECATE, BAJA CALIFORNIA, 21DICIEMBRE2023.- La zona arqueológica de El Vallecito, en la comunidad de La Rumorosa, la más norteña abierta al público en nuestro país, ha sido objeto de atracción y despertado el interés de muchas generaciones de personas e investigadores que la han visitado por lo menos desde la primera mitad del siglo XX. Conformada por 23 conjuntos, son famosas las pinturas rupestres de los únicos cinco abrigos rocosos que hoy es posible recorrer, y que se conocen con los nombres de El Tiburón, El Diablito, El Hombre Enraizado, La Cueva del Indio y Solecitos. Este sitio fue ocupado por los antiguos Kumiai, grupo seminómada de recolectores y cazadores con asentamientos temporales dentro de un gran territorio. Originalmente vivían en el norte del Estado de Baja California y el sur de California (EU), desde el Océano Pacífico hasta el Valle Imperial, y desde el condado de San Diego hasta los límites del territorio pai-pai en San Vicente y Santa Catarina. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM
TECATE, BAJA CALIFORNIA, 21DICIEMBRE2023.- La zona arqueológica de El Vallecito, en la comunidad de La Rumorosa, la más norteña abierta al público en nuestro país, ha sido objeto de atracción y despertado el interés de muchas generaciones de personas e investigadores que la han visitado por lo menos desde la primera mitad del siglo XX. Conformada por 23 conjuntos, son famosas las pinturas rupestres de los únicos cinco abrigos rocosos que hoy es posible recorrer, y que se conocen con los nombres de El Tiburón, El Diablito, El Hombre Enraizado, La Cueva del Indio y Solecitos. Este sitio fue ocupado por los antiguos Kumiai, grupo seminómada de recolectores y cazadores con asentamientos temporales dentro de un gran territorio. Originalmente vivían en el norte del Estado de Baja California y el sur de California (EU), desde el Océano Pacífico hasta el Valle Imperial, y desde el condado de San Diego hasta los límites del territorio pai-pai en San Vicente y Santa Catarina. En la imagen "Conjunto El Tiburon"; parte de los abrigos rocosos con pinturas, hay más de 30 de estas formaciones que presentan restos de ocupación doméstica, talleres de cerámica y piedra, hornos agaveros, etcétera. FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM
LA PINTADA, SONORA, 11MAYO2016.- Se cumplen diez años de restauración y de investigación arqueológica en La Pintada, Sonora. Los dibujos ahí representados son animales y aves forman parte del arte rupestre del sitio. El sitio cuenta con una ocupación de hasta 3 mil años y hay más de 2, 000 motivos pictóricos esparcidos por el cañón y sus inmediaciones. FOTO: MAURICIO MARAT /INAH/CUARTOSCURO.COM
LA PINTADA, SONORA, 11MAYO2016.- Se cumplen diez años de restauración y de investigación arqueológica en La Pintada, Sonora. Los dibujos ahí representados son animales y aves forman parte del arte rupestre del sitio. El sitio cuenta con una ocupación de hasta 3 mil años y hay más de 2, 000 motivos pictóricos esparcidos por el cañón y sus inmediaciones. FOTO: MAURICIO MARAT /INAH/CUARTOSCURO.COM
LA PINTADA, SONORA, 11MAYO2016.- Se cumplen diez años de restauración y de investigación arqueológica en La Pintada, Sonora. Los dibujos ahí representados son animales y aves forman parte del arte rupestre del sitio. El sitio cuenta con una ocupación de hasta 3 mil años y hay más de 2, 000 motivos pictóricos esparcidos por el cañón y sus inmediaciones. FOTO: MAURICIO MARAT /INAH/CUARTOSCURO.COM
LA PINTADA, SONORA, 11MAYO2016.- Se cumplen diez años de restauración y de investigación arqueológica en La Pintada, Sonora. Los dibujos ahí representados son animales y aves forman parte del arte rupestre del sitio. El sitio cuenta con una ocupación de hasta 3 mil años y hay más de 2, 000 motivos pictóricos esparcidos por el cañón y sus inmediaciones. FOTO: MAURICIO MARAT /INAH/CUARTOSCURO.COM
EL VALLECITO, BAJA CALIFORNIA, 21ENERO2016.- Tras casi un año de observaciones y minuciosas mediciones de la posición del sol, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) identificaron un fenómeno arqueoastronómico que ocurre durante el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno en el resguardo de pintura rupestre “El Hombre en el Cuadro” del sitio arqueológico El Vallecito, en el estado de Baja California. Durante el solsticio de invierno (en 2015 ocurrió el 21 de diciembre), aproximadamente a las 15:30 horas el sol pega en el abrigo rocoso, y una punta de luz comienza a subir hacia la pintura, cuyo sencillo diseño consiste en el trazo delgado de color rojo de un cuadrado con la figura de un hombre en su centro. De ahí en adelante, la luz toca la línea perimetral inferior del cuadro y avanza hacia la mano izquierda de la imagen antropomorfa. Poco antes de las 16:00 horas, la punta de luz alcanza la línea perimetral derecha del cuadrado para convertirse en un triángulo luminoso irregular que acapara mano, tibia y pie izquierdos, así como la línea derecha inferior del marco. Minutos después, el triángulo semeja una punta de proyectil y posteriormente disminuye y desaparece. FOTO: INAH /CUARTOSCURO.COM
MULEGÉ, BAJA CALIFORNIA SUR, 13ENERO2016.- A 250 metros de altura sobre una afluente fértil del arroyo intermitente de San Baltasar se abre la gran boca pintada de la Cueva de San Borjitas: en su interior se halla una de las policromías más ricas de la tradición Gran Mural. Posiblemente sea uno de los sitios donde comenzó a desarrollarse ese estilo de pintura rupestre monumental en Baja California Sur, inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial en diciembre de 1993. En la imagen, María de la Luz Gutiérrez, arqueóloga del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien ha registrado 120 motivos de grandes dimensiones plasmados en toda la cavidad pétrea. FOTO: INAH /CUARTOSCURO.COM
MULEGÉ, BAJA CALIFORNIA SUR, 13ENERO2016.- A 250 metros de altura sobre una afluente fértil del arroyo intermitente de San Baltasar se abre la gran boca pintada de la Cueva de San Borjitas: en su interior se halla una de las policromías más ricas de la tradición Gran Mural. Posiblemente sea uno de los sitios donde comenzó a desarrollarse ese estilo de pintura rupestre monumental en Baja California Sur, inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial en diciembre de 1993. FOTO: INAH /CUARTOSCURO.COM
MULEGÉ, BAJA CALIFORNIA SUR, 13ENERO2016.- A 250 metros de altura sobre una afluente fértil del arroyo intermitente de San Baltasar se abre la gran boca pintada de la Cueva de San Borjitas: en su interior se halla una de las policromías más ricas de la tradición Gran Mural. Posiblemente sea uno de los sitios donde comenzó a desarrollarse ese estilo de pintura rupestre monumental en Baja California Sur, inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial en diciembre de 1993. FOTO: INAH /CUARTOSCURO.COM
MULEGÉ, BAJA CALIFORNIA SUR, 13ENERO2016.- A 250 metros de altura sobre una afluente fértil del arroyo intermitente de San Baltasar se abre la gran boca pintada de la Cueva de San Borjitas: en su interior se halla una de las policromías más ricas de la tradición Gran Mural. Posiblemente sea uno de los sitios donde comenzó a desarrollarse ese estilo de pintura rupestre monumental en Baja California Sur, inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial en diciembre de 1993. FOTO: INAH /CUARTOSCURO.COM
MULEGÉ, BAJA CALIFORNIA SUR, 13ENERO2016.- A 250 metros de altura sobre una afluente fértil del arroyo intermitente de San Baltasar se abre la gran boca pintada de la Cueva de San Borjitas: en su interior se halla una de las policromías más ricas de la tradición Gran Mural. Posiblemente sea uno de los sitios donde comenzó a desarrollarse ese estilo de pintura rupestre monumental en Baja California Sur, inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial en diciembre de 1993. FOTO: INAH /CUARTOSCURO.COM
MULEGÉ, BAJA CALIFORNIA SUR, 13ENERO2016.- A 250 metros de altura sobre una afluente fértil del arroyo intermitente de San Baltasar se abre la gran boca pintada de la Cueva de San Borjitas: en su interior se halla una de las policromías más ricas de la tradición Gran Mural. Posiblemente sea uno de los sitios donde comenzó a desarrollarse ese estilo de pintura rupestre monumental en Baja California Sur, inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial en diciembre de 1993. FOTO: INAH /CUARTOSCURO.COM
CUENCA DEL RÍO VICTORIA, GUANAJUATO, 26OCTUBRE2015.- En el nororiente del estado de Guanajuato, se ha encontrado una gran cantidad de sitios arqueológicos con pintura rupestre, cuyos motivos revelan una larga tradición pictórica, de gran riqueza y variedad, que abarca desde la época prehispánica hasta los primeros años del siglo XIX. Con el proyecto “Arte rupestre en la cuenca del río Victoria”, iniciado en 2004, los arqueólogos Carlos Viramontes Anzures y Luz María Flores Morales, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), han localizado, registrado e investigado más de 50 sitios en esta región en la última década, que les han permitido indagar en el complejo sistema de vida y pensamiento de sus pobladores hasta la llegada de los españoles. FOTO: RAMIRO VALENCIA /INAH/CUARTOSCURO.COM
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